viernes, 10 de abril de 2015

La clave de la felicidad

La felicidad, considero que se encuentra en las cosas más pequeñas, comunes y cotidianas, esas que todos los seres humanos podemos experimentar, pero pocos tienen la capacidad de apreciar, reconocer y sobretodo valorar. ¿Tienes guardado en tu memoria algún momento donde te descubriste siendo inmensamente feliz? Por un momento quiero que pienses en esa fotografía mental, ¿qué circunstancias, que elementos había, que sucedía ahí para que tú fueras tan feliz?


Y es que para ser feliz lo primero que debes saber es que necesitas, que te define y cómo entiendes realmente el mundo que te rodea. Porque no es más feliz quien más tiene, o el que más acumula, el más bello, ni aquel que espera el golpe de suerte o el del billete premiado de lotería.


Todos los días nos encontramos con personas que no tienen rumbo, ni timón y con el corazón profundamente vacío. Aspiran a que llegue un golpe de suerte para comerse el mundo, pero ni siquiera han empezado a disfrutar lo que tienen enfrente. El autoconocimiento, es la clave más importante para que seamos felices, para equilibrar nuestras experiencias internas y ver con humildad, objetividad e integridad, como somos y lo que necesitamos.


Seguramente conocerás personas que tienen un buen trabajo, un buen coche, un buen matrimonio, una casa, salud, hijos sanos, etc. y sin embargo sienten un vacío existencial, una inquietud que no calma ni llena ninguna de sus relaciones afectivas y nos cuesta mucho entender por qué no son felices.


Sin embargo algunas de estas personas toman las riendas de su vida y reflexionan acerca de sí mismos, hacen una introspección en busca de respuestas. Pues tal vez han querido vivir demasiado rápido demostrando a los demás todo lo que podían hacer y son conscientes hasta este momento, de que llevaban una vida llenando las expectativas de los demás sin preguntarse que necesitaban ellos. Vivían hacia fuera y no hacia dentro.


El autoconocimiento es la capacidad de controlar las experiencias internas, de ser conscientes de nuestros estados de ánimo y de actuar de acuerdo a ellos sin cederles el control.


Hay ocasiones donde nos damos cuenta de nuestra insatisfacción y sin embargo, nos obligamos a seguir caminando de manera ordinaria, sólo porque así lo esperan los demás, o porque tenemos miedo de salirnos de nuestra zona de confort. Nos dejamos llevar, fluimos y aprendemos a ignorar nuestra voz interior.


Hay que tomar conciencia de nosotros mismos y de nuestras emociones, actuando de manera congruente, reflexionando y en armonía con todos aquellos que nos rodean. A los primeros que hay que comprendernos y respetarnos es a nosotros mismos, para que podamos ser empáticos con los demás.


Para ser feliz no es necesario acumular riquezas, personas, ni tampoco conocimientos. No es más feliz el que más sabe, ni el que más tiene, sino aquel que más entiende, el que goza de mayor humildad, el que disfruta el momento y mejor se conoce. Si no sabemos hasta dónde son nuestros límites, siempre habrá alguien que intente rebasarlos. Si no sabes lo que quieres siempre vas andar buscando algo. Si no sabes apreciar lo que tienes y lo que eres, vivirás siempre frustrado y envidiando lo de los demás.


El autoconocimiento, es el ejercicio cotidiano que todos deberíamos practicar para poder comprender esta complicada vida que día a día, nos plantea retos y nos pone a prueba.


Hay ocasiones, en que la mayor sabiduría reside precisamente en entendernos a nosotros mismos para que así, podamos actuar en consecuencia y en armonía con nuestras emociones. Así seremos más íntegros, más sencillos y no sólo podremos ser un poco más felices, sino que seremos capaces también de aportar felicidad a los demás. Alguien me hizo esta pregunta que quiero que tú también reflexiones ¿si no eres feliz con lo que tienes como pretendes ser feliz con aquello que no tienes?


Ser feliz es la obligación de todo ser humano y el camino es el autoconocimiento.



¡Gracias, Saludos y Bendiciones!

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