viernes, 6 de marzo de 2015

El arte del auto sabotaje

Todos tenemos una voz interior que todos los días pone piedras en nuestro camino, a veces ni siquiera nos damos cuenta de su existencia. Voces que hablan con el eco de una falta de autoestima capaz de romper nuestros sueños, proyectos y relaciones.

“No estoy capacitado para este trabajo, soy muy poca cosa, todo me sale mal, tengo muy mala suerte, no vale la pena intentarlo, estoy demasiado viejo... "

Y así podríamos seguir con una lista interminable de frases que nos repetimos todos los días, somos crueles con nosotros mismos y este tipo de afirmaciones internas resultan ser auténticos demonios y devoradores de nuestra felicidad. ¿Pero porque lo permitimos?

Los saboteadores internos son pensamientos casi siempre, irracionales y obsesivos que resultan de nuestros miedos. Hacen que dudemos de nosotros mismos, de nuestras cualidades, de nuestras virtudes y capacidades.

Todos nos auto saboteamos de alguna manera, porque los miedos forman parte de nuestro ser, es un mecanismo de defensa, pero lo ideal, lo esencial, es no permitir que esas voces tengan demasiada fuerza en nuestro interior. Tenemos que aprender a ignorarlas, a dejar esas voces en un rincón por el que casi nunca pasamos.

Con mucha frecuencia entablamos una guerra entre nuestros saboteadores internos y nuestros propios deseos y esa batalla casi siempre la gana el auto sabotaje.

La parte más importante para controlar nuestros saboteadores internos es identificarlos; si no somos conscientes de que nuestra propia voz interna, que pone barreras en nuestro bienestar, nos estancamos en un mismo estado, nos ponemos el saco de víctimas, en una insatisfactoria situación.

Tenemos que ponerle nombre y apellido a nuestros autosaboteadores, exactamente igual a como no olvidamos las los nombres de aquellos que nos lastimaron o dañaron. Tenemos que identificar si es miedo, inseguridad, falta de confianza, falta de autoestima, frustración.

Hay que deshilachar ese cúmulo de mociones de poco a poco y analizarlas. Éste podría ser un proceso doloroso, donde nos vamos a encontrar cara a cara con nuestros miedos. Pero seguro valdrá la pena. Sólo tú les has dado fuerza y sólo tú puedes bloquearlos.

Nuestros saboteadores internos son esos Chamucos interiores a los que les hemos dado voz y voto en nuestra vida. Nos han impedido reaccionar cuando debíamos haberlo hecho. Han puesto puertas y candados a muchos de nuestros sueños. Ahora que ya les hemos dado nombre es momento de tomar conciencia de ellos y debilitarles. Quitarles la fuerza y sobre todo voz.

Ahora que estamos intentando empequeñecer a nuestros saboteadores internos, es momento de darle fuerza a nuestros valores. La independencia, la valentía, el derecho a ser feliz, el respeto, el crecimiento personal, la pasión, la ilusión, la satisfacción, etc.

Cuando nuestros valores personales son fuertes, inamovibles, esos saboteadores internos que todos tenemos acaban debilitándose por fin, convirtiéndose en un lejano murmullo al que ya no nos permitiremos poner atención. Nuestros miedos tienen muchos ecos, pero si los racionalizamos, dejarán de dominar nuestra vida.

Gracias, ¡Saludos y Bendiciones!


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