Todos tenemos una voz interior que
todos los días pone piedras en nuestro camino, a veces ni siquiera nos damos
cuenta de su existencia. Voces que hablan con el eco de una falta de autoestima
capaz de romper nuestros sueños, proyectos y relaciones.
“No estoy capacitado para este trabajo,
soy muy poca cosa, todo me sale mal, tengo muy mala suerte, no vale la pena
intentarlo, estoy demasiado viejo... "
Y así podríamos seguir con una lista
interminable de frases que nos repetimos todos los días, somos crueles con
nosotros mismos y este tipo de afirmaciones internas resultan ser auténticos
demonios y devoradores de nuestra felicidad. ¿Pero porque lo permitimos?
Los saboteadores internos son
pensamientos casi siempre, irracionales y obsesivos que resultan de nuestros
miedos. Hacen que dudemos de nosotros mismos, de nuestras cualidades, de
nuestras virtudes y capacidades.
Todos nos auto saboteamos de alguna
manera, porque los miedos forman parte de nuestro ser, es un mecanismo de
defensa, pero lo ideal, lo esencial, es no permitir que esas voces tengan
demasiada fuerza en nuestro interior. Tenemos que aprender a ignorarlas, a
dejar esas voces en un rincón por el que casi nunca pasamos.
Con mucha frecuencia entablamos una
guerra entre nuestros saboteadores internos y nuestros propios deseos y esa
batalla casi siempre la gana el auto sabotaje.
La parte más importante para controlar
nuestros saboteadores internos es identificarlos; si no somos conscientes de
que nuestra propia voz interna, que pone barreras en nuestro bienestar, nos
estancamos en un mismo estado, nos ponemos el saco de víctimas, en una
insatisfactoria situación.
Tenemos que ponerle nombre y apellido a
nuestros autosaboteadores, exactamente igual a como no olvidamos las los
nombres de aquellos que nos lastimaron o dañaron. Tenemos que identificar si es
miedo, inseguridad, falta de confianza, falta de autoestima, frustración.
Hay que deshilachar ese cúmulo de
mociones de poco a poco y analizarlas. Éste podría ser un proceso doloroso,
donde nos vamos a encontrar cara a cara con nuestros miedos. Pero seguro valdrá
la pena. Sólo tú les has dado fuerza y sólo tú puedes bloquearlos.
Nuestros saboteadores internos son esos
Chamucos interiores a los que les hemos dado voz y voto en nuestra vida. Nos
han impedido reaccionar cuando debíamos haberlo hecho. Han puesto puertas y
candados a muchos de nuestros sueños. Ahora que ya les hemos dado nombre es
momento de tomar conciencia de ellos y debilitarles. Quitarles la fuerza y
sobre todo voz.
Ahora que estamos intentando
empequeñecer a nuestros saboteadores internos, es momento de darle fuerza a
nuestros valores. La independencia, la valentía, el derecho a ser feliz, el
respeto, el crecimiento personal, la pasión, la ilusión, la satisfacción, etc.
Cuando nuestros valores personales son
fuertes, inamovibles, esos saboteadores internos que todos tenemos acaban
debilitándose por fin, convirtiéndose en un lejano murmullo al que ya no nos
permitiremos poner atención. Nuestros miedos tienen muchos ecos, pero si los
racionalizamos, dejarán de dominar nuestra vida.
Gracias, ¡Saludos y Bendiciones!
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