En esta época es muy común encontrar
libros basados en el pensamiento positivo, fotografías en internet con frases e
imágenes esperanzadoras, conferencias, etc. Está de moda. Todos ellos nos
comparten una idea generalizada del optimismo y sus grandes beneficios.
Nos dicen todo lo que queremos y
necesitamos escuchar: eres inteligente, creativo, puedes lograr todo con
desearlo, mereces algo mejor... Incluso parece que si no adoptas para tu vida
esta corriente hay algo mal en ti y te podría llevar a perder aquellas cosas
valiosas que existen en tu vida.
En teoría, solo atraes aquello que
piensas.
La idea del pensamiento positivo puede
resultarnos muy seductora, porque nos puede ayudar (en teoría) a conseguir
cualquier cosa, también puede parecernos lógico que es básica una actitud
positiva para alcanzar lo que queremos. Pero, el exceso de pensamiento positivo
podría sabotear tu propio éxito.
Cuando adoptamos el pensamiento
positivo idealizamos el futuro y el problema con esto es que nuestra motivación
para alcanzar objetivos se vuelve floja, entramos en una zona de confort,
donde consideramos que es más importante mantener la confianza que trabajar
para alcanzar nuestras metas y puede pasar mucho tiempo, el necesario para
perder grandes oportunidades, hasta darnos cuenta que nos hundimos en un
optimismo exagerado sin soporte real.
Si nos relajamos demasiado un día
podríamos encontrarnos con que nuestros sueños y metas no tienen los resultados
que esperábamos, por más pensamientos positivos que tengamos, decretos y
visualizaciones. Esto sucede porque la diferencia entre un anhelo y el éxito es
el esfuerzo y trabajo que invertimos. El pensamiento positivo solo es útil si
va acompañado de una dosis grande de realismo, tener definido a dónde quieres
llegar y actuar para alcanzar los objetivos.
Todo en esta vida tiene un precio, el
pensamiento positivo también y si nos acomodamos en nuestra zona de confort
para cederle a él la responsabilidad de nuestra vida laboral, sentimental,
salud, etc. Corremos el riesgo de un día voltear hacia atrás y darnos cuenta
que perdimos oportunidades, personas, contratos, por no salir y conseguirlo y
es que muchas personas consideran que con el hecho de incluirlo en su vida ya
se pueden olvidar de hacer algo más y claro, en algunas ocasiones tienen buenos
resultados, pero por lo general son momentáneos.
La vida es tan complicada que siempre
estamos buscando alternativas para lidiar con la realidad o por lo menos
hacerla más llevadera y puedes ser la persona más escéptica del mundo y aun así
podrías estar tentado a creen en el pensamiento positivo y todos sus
beneficios, porque la esperanza es una forma de defensa que tiene nuestra
mente.
Tal vez nuestro problema no es del todo
el pensamiento positivo si no que perseguimos metas que no son realistas o
posibles. Este pensamiento nos puede resultar de gran utilidad si lo usamos de
forma apropiada y sin esperar más de lo que realmente nos puede aportar. Hay
que crear bases reales de lo que esperamos en un futuro, para que así este no
prolongue nuestra búsqueda y nos impida movernos para alcanzar nuestros sueños.
Gracias, Saludos y Bendiciones
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